jueves, 18 de diciembre de 2014

Un puñado de revistas.

La editora Decision Games ha sacado unos cuantos juegos en sus diferentes revistas que me tienen buena pinta. A pesar de algunos de sus fallos "crónicos" es de agradecer esa hornada lúdica.
Con todo, en la mayoría de los casos poco más he hecho que ojear reglamentos y demás por lo que este comentario será muy limitado, pero son fechas de hacer(nos) regalitos así que vaya por aquello de poner el foco en alguno que pueda resultar digno de seguimiento. Y aunque no hay demasiada información sobre ellos recordad que sus reglas las podéis consultar en la página de la compañía.


Bloody Ridge: Fue el primero en salir. Es en solitario, que ahora están muy de "moda" y han hablado un poco (bastante bien) de él. Considerado rápìdo y rejugable con sus ocho páginas de reglas, por una vez llevas a los japoneses, cargando para conseguir el famoso aeródromo de Guadalcanal. Tiene grandes hexágonos donde caben cómodamente las fichas que van avanzando ante una creciente defensa yankee, la cual varia en función de eventos y modificadores. Una vez terminado tu turno, el sistema contraataca y puede ocuparte el terreno que, entonces, debes volver a conquistar. Todo parece bastante ágil, así que hay Hoxxx garantizadas (siguientes fotos, de la BGG).


Ghost Division: Otro solitario, en este caso nos pone en las botas de Rommel y su séptima división en los días de gloria de la campaña en Francia. Resulta más innovador con su "fog of war" muy currado (básicas las unidades aéreas de reconocimiento germanas que desvelan rumores o unidades reales) y, sobre todo, el mapa a base de zonas rectangulares, imitando el aspecto operacional de la época. Los efectos del terreno y fortificaciones varias también parecen muy relevantes, como sería lógico.
Este me llamaba mucho, pero me ha echado un poco atrás su lista de erratas. A ver...


Angola: Una alternativa al juego de MMP del mismo nombre (y que ocupa nuestra mesa actualmente). Un "hex and counters" típico, en este caso sólo para dos jugadores que gobiernan las diferentes facciones que se vieron involucradas en la lucha poscolonial de este país. Ay, la teroría del dominó!


Austrian succession: Me pareció el mejor acabado, por enfoque y diseño. Nada de batallas aisladas sino una perspectiva operacional, con la posibilidad de recrear campañas, mejorar tropas, etc. A bote pronto, me recordó un poco el Lash of the Turk de Against the Odds.
Pena que la época no me interese demasiado.


Carrier solitaire: Otro más en solitario. Parece que ese mercado está creciendo.
Años 80, Atlántico Norte. Aquí el jugador gestiona una agrupación naval norteamericana frente a los malvados soviéticos. Diferentes escenarios y objetivos de oportunidad desencadenados por medio de "chits". La guerra fría en todo su esplendor.

Para terminar, y aunque no es de revista, otra posibilidad interesante.


Bitter woods: Su historia es curiosa, la primera versión la sacó AH poco antes de desaparecer
-de hecho fue uno de los últimos, de ahí que no trajera ya tablero montado- como un juego "pequeño", de un sólo mapa y no demasiadas fichas. Sin embargo, con el tiempo y a través de diversas editoriales experimentó un proceso de "gigantismo" que lo ha convertido en un "seudomonstruo" no siempre bien acabado. Esta última edición ha caído en casa de Compass, el lugar adecuado para crecer aún más (parece que todos los yankees deben tener unos garajes inmensos!) y se supone que será la definitiva (por lo menos los próximos tres meses). ;)

Tuve esa primera edición y me gustó bastante -siempre me ha atraído la batalla de las Ardenas- a pesar de mecánicas que por entonces me parecian excesivamente farragosas (longitud variable del avance alemán en función de la calidad de sus tropas y/o el resultado del combate, por ej.). Diferentes motivos hicieron que lo vendiera pero quizás ahora me deje tentar y sea el que me traigan los Presidentes Magos...


En ese caso, seguiremos informando.

viernes, 12 de diciembre de 2014

El avión rojo de combate

"Tanto Boelcke como Immelman recibieron la Orden Pour le Merite al derribar el octavo. Yo ya tenía el doble. ¿Qué harían conmigo? Sentía mucha curiosidad. Se murmuraba que iba a ser puesto al mando de una escuadrilla de caza. En esto que un día llegó un telegrama..." 

(Manfred Von Richthofen. Der rote Kampfflieger)


De esta guisa expresa sus sentimientos, a tumba abierta, Manfred Von Richthofen, el barón rojo, en sus memorias. El relato de sus hazañas, que llevaría por título: El avión rojo de combate. Y que escribió entre mayo y junio de 1917, durante un permiso forzado por el alto mando militar, temeroso de que en cualquier salida aérea abatieran al mayor héroe de guerra alemán que verían los cielos. Aquel cuya foto cada boche llevaba debajo de su casaca, allí abajo, en el fango de las trincheras.

Editado primorosamente por Macadán Libros, gozamos en esta breve pero apasionada lectura de los más íntimos pensamientos de Richthofen. De su familia. De sus inicios en la caballería. De sus primeros vuelos. De su examen aéreo. De aquella vez que habló sobre el campo de batalla con el inglés. De como luchan los franceses y los ingleses en el campo de batalla. Del color rojo de sus aviones. De la "pelea de perros", como era conocida la lucha aérea cuyas tácticas y maniobras poco a poco fueron inventando los pilotos, aquellos que por primera vez surcaban los cielos de Ostende, de Arrás, o de Verdún.

Un gran compendio de historias, hazañas y desventuras del propio Richthofen. Contadas directamente de su puño y letra. Implacable en las alturas del azulado éter y sin embargo condescendiente con sus enemigos caídos, el único as de la aviación con 80 victorias en la primera guerra mundial.

Completan el libro planos de detalle de "les petits rouges". Los aviones del Barón Rojo, desde el Fokker E III Eindecker de 1915, pasando por el Albatros D III de 1916 (a sus mandos conseguiría la mayoría de sus victorias), hasta llegar al mítico triplano Fokker Dr. I de 1917. Una joya de la ingeniería aérea de la época, 406 Kg de peso, 185 Km/h de punta, un techo de servicio de 6095 m de altitud, una autonomía de 90 minutos, y dos ametralladoras Spandau de 7,92 mm.

http://forum.supremacy1914.com/attachment.php?attachmentid=5229&d=1410428869

En cuanto a los wargames relacionados con el tema. GMT le dedica dos títulos que vienen al pelo. Así que esta lectura completa esos volúmenes o los juegos completan la lectura, como se quiera ver. Y a pesar de que en el grupo wargamero aún no hemos dado buena cuenta de los mismos, quizá en un horizonte no muy lejano podamos catarlos, aunque sinceramente tienen "salvedades".

Bloddy April. Nos situa en el abril sangriento de 1917, sobre los campos de Arrás. Recreando los raids de los dos bandos que utilizaban para interceptar objetivos concretos, globos de avistamiento, bombarderos enemigos, avances de tropas, etc. Sin embargo tengo la sensación de que trata muy poco los combates cuerpo a cuerpo. El que cada ficha represente una patrulla en vez de un solo aparato se me antoja que hará que el elemento más divertido a priori, la lucha de perros, no se llegue a representar con el nivel de detalle que me gustaría, dejando paso a la representación de una escala más amplia. Aquí no eres el jefe de tu propia escuadrilla sino un comandante en tierra que dirige desde el aeródromo los objetivos de sus muchachos.

Fotografía bgg. Detalle mapa.

The Eagle of Lille. Ampliación de Bloody April, juego en preparación, donde se añaden nuevos escenarios, mapas, reglas... para recrear las actuaciones de los primeros ases de la aviación, entre 1915 y principios de 1917. Una precuela del anterior. Utilizan la figura de Max Immelman, el primer piloto condecorado con la Pour le Merite, y por la cual esta cambió de nombre, en su honor, para llamarse la Blauer Max o Max Azul.

 http://lecturaylocura.com/wp-content/uploads/2014/03/Avion-rojo-2.jpg

En ocasiones leo wargames.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Panorama para jugar. Invierno.

Aunque con un poco de retraso, nuestro plan trimestral lúdico se va cumpliendo.
Gracias a que no ha habido tantas interrupciones como en otros momentos hemos podido alcanzar una razonable velocidad de crucero. E incluso se ha podido incorporar algún jugón ocasional al grupo.

Tras el Shoestring, que se nos quedó muy corto, y de otra campaña al Supreme (en la que terminamos con el fascismo en el 43!), esta semana deberíamos pasar al siguiente juego, el Angola, donde se recrea un breve período de la terrible guerra civil que afectó a ese país en el contexto de su descolonización y el enfrentamiento de bloques en plena guerra fría.


Ya he visto muchos juegos pero éste me ha impresionado gratamente. Sobre todo los mecanismos que introduce para equilibrar la partida y asegurar las posibilidades de todos los bandos. Y que cada turno sea frenético. En la selección de facciones me ha tocado el MPLA (amarillos), el bando que -a priori- parece más "vulnerable", Veremos que tal va.
Para los interesados, recomiendo la lectura del último número de la revista Special Ops, donde encontrareis un extenso artículo que lo analiza en profundidad.

Calculamos que en dos o tres tardes lo podremos terminar. Después, continuando nuestra reciente norma no escrita de alternar juegos "ligeros" con otros más densos tenemos previsto el Unconditional Surrender. Una primicia en el grupo!


Y luego... Pues escoge Jrec, colega metódico que suele esperar a ver como evolucionan las partidas anteriores para decidir (y así también consigue tenernos un poco intrigados).
Ha comentado que duda entre dos posibilidades: la primera un SCS, el venerable Ardennes probablemente. Juegazo exigente que me encanta. Me relamo sólo de pensar en esos panzers, en ese gélido terreno, tan adecuado para estas fechas. Y continuaría así nuestra tradición de darle a esa batalla en su aniversario.


Su otra opción es el Red Sar Rising, que probamos el año pasado y también gustó mucho con esa progresiva evolución del ejército soviético y sus factores asociados a letras. Cualquiera de ellos estaría bien.

Para entonces estaríamos ya bien entrados en el nuevo año y vuelve a tocarme elegir a mí.
Aún queda tiempo y tengo varios en mente, como retomar el God Kings (algo más ligero tras estos "seudomonstruos").

Aunque creo que los que tienen más posibilidades son, volviendo al frente occidental: el Storming the Reich (que no es mi sistema favorito, pero me pareció que funcionaba bien y merecería otra prueba), permitiéndote recrear de Normandía al Ruhr pasando por las Ardenas o el Blitzkrieg 40, de Command, sobre la campaña de Francia, donde a la incertidumbre propia del teatro se añaden los valores "volátiles" de algunas unidades.

Es un juego más simple pero fue de los primeros que probamos como grupo (acaso la nostalgía también cuenta?!).
Veremos... En todo caso, se admiten sugerencias.


Seguiremos informando.