martes, 8 de marzo de 2016

Juliano, dónde estás?

De reservar la mesa con monstruos a cuatro que podían durar meses, a juegos que se terminan en un par de sesiones. Ésta ha sido nuestra evolución lúdica de los últimos tiempos.
No pasa nada, así cambiamos la perspectiva y se oxigena el coco. Es otra de las cosas que siempre he apreciado de este hobby, que parece seguir sus propios ritmos. Incluso en cuanto al tema, ya que la segunda guerra mundial lleva una temporada casi desaparecida.


Ahora nos ocupa el Juliano, otro de esos wargames de revista que últimamente tenemos tan presentes. Salió en el S&T 266; sencillo sin ser simple, tiene gran potencial y a medida que lo vamos "catando" nos llama la atención su coherencia.
No será el juego del año, pero de un conjunto de reglas que parecían conocidas antes de empezar hemos pasado a encontrar profundidad, varias sutilezas y cantidad de diseño por efecto. Se diría que hasta en el título, que hace referencia a uno de los emperadores más "populares" del período (a pesar de que gobernó sólo tres años) pero que no está realmente representado en forma concreta. El escenario trata más una época general (el siglo IV) que un personaje determinado.

Así que el asunto es bien sabido: sobre el archiutilizado mapa del Bajo Imperio (dividido en Prefecturas) con sus ríos y sus bosques, encontramos de nuevo a "los bárbaros" como sujeto colectivo enfrentado a la romanidad.
Aunque no tienen una presencia tan "plana" como en otros títulos (véase la Trilogía bárbara), ya que aunque incluyen a los Persas a éstos se les reconoce el estatus de civilizados, todos pueden tundirse entre ellos y su objetivo es más la creación de reinos (ganan PV por ocupar ciudades) que la destrucción gratuita. Los dos jugadores tienen incluso la posibilidad de "cambiar de bando" momentáneamente gracias al uso de chits "federados", que permiten a las tribus aliarse con los romanos o a los grandes dignatarios del Imperio rebelarse contra su señor Augusto.


Y es que los chits son importantes aquí (eso, para algunos, puede ser un problema).
Los hay de dos tipos -cada uno en su tacita- y nos dicen tanto quien "actúa" (sean "pueblos", líderes militares o circunscripciones territoriales) como aportan eventos, activaciones dobles, modificadores al combate y movimiento o el citado "cambio de chaqueta" pasajero. Cuando un grupo se activa comienza recibiendo refuerzos (o comprándolos) y después puede mover y combatir.

La edición es buena y apenas tiene erratas, solamente un par de fichas con un nombre y un dibujo cambiado. En ellas podéis ver dos factores, combate y movimiento: en el caso de los romanos, si este último va entre paréntesis indica que esas unidades no pueden salir de su prefectura, son por tanto ejércitos "provinciales". Si es cero, representan campamentos o milicias básicamente fronterizas como los "Limitanei". El resto de tropas de los dos bandos (tribus y partidas de guerreros o Comitatenses respectivamente) no tienen, obviamente, esas restricciones, lo cual favorece el "chrome" de la época y, como las zocs no te paran, los desplazamientos fluidos en según que casos (facilitados además por el movimiento naval o a través de río).


En el combate tenemos una tabla con amplia variedad de resultados, que van desde la aniquilación catastrófica al combate de persecución. En esta fase las zocs si son rígidas, asi que ojito pues normalmente al acabar de mover tendrás que pegarle a todos los que tengas al lado...

Las reglas de suministro también son sencillas: los bárbaros comen en su país o si están con una tribu, por los romanos se puede pagar. Si no, a sufir "attrition". Como veis, nada especialmente novedoso pero si bastante organizadito. A eso se le añaden unas cuantas reglas opcionales, muuy recomendables, que amplian el panorama, como la "mejora" de las ciudades o diversas crisis que el Imperio debe enfrentar (qué también salen por chit) y aportan variedad, además de cierto equilibrio, complicándole la vida al Emperador. Eso si, de pugna religiosa e intentos de reinstaurar el paganismo, nada. Eso queda por debajo del "grano" del diseño.


Le hemos dado tres partidas a su primer escenario y esta tarde espero ir por la cuarta.
Pronto veremos si la Ciudad Eterna sigue iluminando Europa...


The End.