jueves, 19 de enero de 2017

Solito en Afganistán. (2ª)

Son los últimos días de Diciembre; aprovechando que los decadentes capitalistas están liados con sus fiestas navideñas, nuestras tropas llevan ya algún tiempo en Kabul. Mientras, desde la frontera septentrional, varias divisiones mecanizadas se ponen en marcha (abajo. borde superior del mapa).

Las cosas marchan según lo previsto. Toda la capital, las principales infraestructuras (el túnel de Salang sobre todo, al norte), los centros estratégicos, están en nuestras manos. En veinticuatro horas hemos tomado el país, ya puedo trasmitirlo con orgullo a Moscú.
Y por fín, gracias a mis hombres, los camaradas afganos podrán llevar su nación al siglo XX, mientras todos esos grupúsculos rebeldes basados en etnias y tradiciones serán barridos como polvo en el desván de la historia.


Inevitablemente, hubo que "pacificar" algunos barrios y se dieron enfrentamientos locales en los flancos de la operación. Simples milicias aisladas que intentaban organizar una base permanente, junto a actividades subversivas menores, encaminadas a golpear la voluntad de nuestros aliados (abajo, fichas verdes "reveladas": tropas y sabotaje).
Sospecho que otras células clandestinas pululan por el territorio, incluso más cerca de lo que creemos, (fichas sin revelar) pero ignoro su entidad. Aún así, no creo que sea nada grave...

Sin duda las tropas están preparadas para batirse con los demonios imperialistas, pero aquí a medio plazo es probable que sea necesario adaptar nuestras tácticas.
En concreto, parece que los comandantes sobre el terreno valoran la importancia táctica del apoyo cercano con helicópteros. Los insurgentes los temen sobremanera... hmm.


Con todo, me dicen que algunas cosas no van como debieran. La mayoría de las unidades gubernamentales están desertando (tras el setup, haces un chequeo por los afganos; menos las unidades irregulares y la policía, todos los demás pueden abandonar el barco. Inevitablemente, más antes que después ocurrirá).
Además, la moral de los insurgentes se ha fortalecido (empieza en seis más tirada de dado: me salió un tres, así que -con nueve- bordean el fanatismo. Muchos eventos y fichas para sacar). Bajar esa motivación es una de las claves del juego, pero es muy difícil.

No lo entiendo demasiado, se diría que mucha gente aún no nos ve como sus libertadores. Hacen falta más esfuerzos. En fin, es cuestión de tiempo. Mientras no se metan los yankys... y qué pensarán los Pakistanís?


Comienza una nueva estación y los acontecimientos políticos parecen precipitarse; se han aliado facciones que en principio no parecían demasiado cercanas, incluso hay informes de un líder carismático: Un tal Osama Bin Laden... (Casi al principio del turno sacas chits de evento, en función de la moral actual. Osama, entre las fichas inferiores -enemigas- a la izquierda del todo). Afortunadamente perviven otras rivalidades que podemos explotar.

Y también se ha constatado un creciente numero de refugiados que se van del país (veremos como nos afecta). Mientras tanto, la campaña encaminada al reclutamiento de unidades para el nuevo ejército popular afgano no va tan bien como debería; hay muchos menos reclutas de lo esperado (dos fichas superiores).

Pero al fin ha terminado este primer año! Las cosas se han puesto serias pero nuestra "arteria principal", que comunica este desdichado lugar con la Madre Rusia, sigue firmemente en mis manos.
El plan original había sido ocuparnos de poco más que eso, dejando el control de pueblos y medio rural al gobierno... pero esos condenados desleales casi no tienen tropas! (se chequea por deserción cada turno).


Ante este panorama he ordenado al estado mayor que me presente varias posibles estrategias.
Y por supuesto no todo son operaciones estrictamente militares: Hemos establecido un protocolo contrainsurgente (fichas con icono de caballo de ajedrez, que se pueden comprar para inestabilizar o fortalecer a un bando según una tirada de dado) pero no acaba de funcionar del todo. Y me niego a permanecer sentado esperando el próximo golpe, debemos mantener la iniciativa!
La buena noticia es que pronto llegaran varias unidades "irregulares" Spetsnaz y -por fin- más helicópteros artillados. Es hora de pasar a la ofensiva. El objetivo sigue siendo ampliar la prosperidad socialista.

De todas las líneas de actuación, al final hemos priorizado una "conservadora" (nunca tienes bastantes tropas, y las operaciones -quitando algún evento- también cuestan puntos de moral).
Me mantendré firme en lo ganado e intentaré ampliar sus límites a las regiones vecinas. Sin plantearme unirlas totalmente o exterminar a los rebeldes (más zonas ocupadas, más puntos de moral).


Mi punto de partida será de nuevo el norte, que lleva más tiempo en nuestras manos. Hasta puede que allí, policías y unidades secundarias (arriba) sean suficiente para esa labor, reservándome los hombres de élite para otros menesteres. Veremos si menos agresividad da más frutos...

Esperanzas vanas, al poco de pisar territorio "hostil", ha aparecido el enemigo! Como salidos de la nada, diversos combates y emboscadas se han producido a lo largo de varias zonas. Y ya nos enfrentamos a formaciones más organizadas, con mejor equipo e incluso coordinadas por algún tipo de cuartel general!
Ha sido como dar una patada a un avispero, menos mal que las fuerzas aéreas han acudido (abajo, disparan antes que cualquier otra unidad y pueden causar bajas previas a la fase terrestre) y solventaron la situación.


Al menos, de momento los servicios de inteligencia no han detectado rastros de tropas voluntarias o yihadistas de otros países... a pesar que desde Moscu ven con preocupación las inquietudes de Irán.
Por no hablar de los informes que alertan sobre la ayuda de la CIA, básicamente misiles portátiles tierra-aire, que podrían empeorar mucho las cosas al negarnos la carta ganadora de la superioridad aérea (a partir de la intervención yanky, todas las fichas insurgentes tienen capacidad antiaérea).

Mientras  tanto, comienza un nuevo año, en el que no preveo grandes operaciones sino que debería poder usarlo para reorganizar mis exigidas tropas. Aunque -debo reconocerlo- últimamente me asalta de cuando en vez el pesimismo... no nos habremos metido en nuestro Vietnam?


Y así está la situación de momento, a mitad de este escenario que dura seis turnos.
El primero, más corto, lo habría ganado al mantener las comunicaciones con la URSS abiertas, pero éste... veremos.


martes, 17 de enero de 2017

Solito en Afganistán.

Por si alguien no lo ha visto en la BSK (foto BGG). Espero completar pronto su análisis con un AAR.


Estas vacaciones cayó en mis manos la última revista Modern War, con su juego en solitario sobre la invasión soviética de Afganistán; un conflicto que a pesar de que en su momento tuvo gran relevancia, e incluso contribuyó a definir una nueva forma de hacer la guerra, no ha sido un sujeto muy abundante en los wargames.

Realmente, la operación original fue bastante ambiciosa y bien diseñada, a partir de varios ejes de avance y un puente aéreo encaminado a ocupar simultáneamente los centros de poder de la capital e infaestructuras clave. Muchos analistas consideran que podía haber funcionado pero la cosa se fue complicando con elementos imprevistos dificilmente calculables (como la ayuda norteamericana o Pakistaní).


Y así te sientes tú, en medio de un avispero en el que nunca sabes que puedes encontrarte. Eso sí, en general la cosa va fluyendo, con bastantes escenarios de diversa duración (la campaña la acabas en una tarde) y varias cosas a tener en cuenta: además de los elementos políticos hay unidades de policía, ingenieros, bases que facilitan la "pacificación" del país o Puntos de Moral (tuyos y del enemigo), con los que sostener tu gobierno títere, realizar ofensivas o recuperar pasos de pérdidas y -básicamente- conseguir la victoria.

La edición es bastante buena (con algunas ambigüedades pero prácticamente sin erratas) y, como siempre, la presencia de la revista es un gran añadido. Aunque tiene -generalmente- una visión muy "proyanky", en este caso la información que aportan los artículos dedicados al tema es de agradecer; tanto a escala operacional como detallando algún combate en concreto. Obviamente, no entra en grandes profundidades pero si cubre huecos que, al menos en la bibliografía en español, son amplios.


El juego consta de un manual corto, una plancha de fichas grandes (tropas y chits) y un mapa del país y sus vecinos, las ex-repúblicas centroasiáticas soviéticas, Pakistán e Irán, representados por cajas donde poder acantonar tropas o refuerzos (y en los dos últimos casos, realizar operaciones de combate con unidades "irregulares" de forma algo más abstracta). Además, en sus bordes se disponen la mayoría de las tablas necesarias para la partida (arriba).

Así que te pones en el papel del oficial al mando del 40º ejército de la URSS, que junto a sus aliados "gubernamentales", se enfrenta a un sistema que lleva los diversos grupos insurgentes, incluyendo unidades de la CIA, voluntarios yihadistas de varios países, etc.

Las fichas -para mí- son muy bonitas y funcionales. Tienen tres valores: potencia de fuego (sacas eso o menos en un dado de seis para producir una baja al enemigo), combate irregular (entre paréntesis, lo sumas a una tirada de dado para ver quien tiene la iniciativa y dispara primero) y movimiento (con algunas fichas que pueden ser aerotransportadas).


Con estos factores podéis ver que se busca reflejar la relevancia del combate de guerrillas que predominará. Por ejemplo las primeras unidades, tanto del gobierno prorruso como del ejército rojo, son muy potentes en un "combate tradicional" al modo del que podrían llevar a cabo contra la OTAN, pero en las montañas y aldeas de los talibanes, pues... la cosa puede estar chunga ya que es muy probable que ellos te peguen antes. A eso se añaden modificadores por el poder aéreo (sobre todo los temidos helicópteros, que desgraciadamente siempre son escasos pues no llegan en grandes cantidades hasta años después de empezar la guerra, a medida que se van desarrollando nuevas tácticas de combate), el uso indiscriminado del terror, o las operaciones de desestabilización "política" (fichas con un número y un icono de caballo de ajedrez, a lo "Troya").

El mapa propiamente dicho ya me gusta menos. Tiene ese diseño de las últimas revistas de la casa que parece formado por señales de tráfico, pero aún así no lo considero del todo feo.


Pero por supuesto no es el juego del año, ojo. Tenemos ese "tiradados" de que adolecen muchos juegos sencillos, y en concreto los solitarios. Eso puede frustrar a jugadores que busquen algo de mayor profundidad en las mecánicas. De hecho, el sistema está sacado de algún juego anterior, como el Creta de la World at War, aunque aquí ampliado con la parte "político-ideológica".

Aún así, a diferencia de esos casos donde a las tres o cuatro sesiones ya "sabes" lo que debes intentar para ganar, aquí la rejugabilidad, creo (sólo le he dado tres partidas a dos escenarios) es mayor. Tanto por el "fog of war" general (todas las unidades enemigas aparecen siempre por el lado "oculto") como por la mayor variabilidad en la "compra" de unidades, los afganos que te desertan o los diferentes chits que salgan; el otro corazón del sistema: Chits que vas sacando en el turno en función de tu moral y con los cuales, tanto aliados como enemigos, introducen refuerzos, reuniones con los señores de la guerra, políticas "nacionales", directrices de Moscú (mayores cuanto peor te va la guerra), operaciones de contrainsurgencia, etc...

Lo dicho, que sabiendo que esperar de él puede ser una buena alternativa para iniciarse en el wargameo onanista y/o en esta campaña tan escasamente representada.


En breve, saltaremos sobre Kabul.