jueves, 18 de enero de 2018

Jugando, que es gerundio.

Llevamos una temporada, entre el final del año y el comienzo del nuevo, dándole a muchos juegos "veteranos" como el Churchill o el Paths of Glory. Viejos conocidos de los que ya he hablado bastante, así que resulta inevitable que las entradas del Blog se espacien más.


Curiosamente, uno de mis compañeros de mesa parecía anticiparlo hace unos años cuando, con ironia galaica, vaticinaba: "se nos acaban los juegos". Será verdad? Es posible que el obsesivo culto a las novedades acabe por pasar y que termines con un "fondo de armario" lúdico?
En realidad, ese ha sido siempre un poco mi objetivo. Conseguir un puñado de juegos "de cabecera" que nunca dejen mis estanterías y a los que apetezca volver con frecuencia. Wargames que al revisitarlos no solo no se agoten, sino que te hagan sentir confortable en sus mecánicas y el mismo placer al recrearlos (luego están los que te quedas sin ser los mejores o super interesantes pero sabes que aportan algo original, aunque esa es otra historia).
Por suerte, actualmente creo que ya tengo unos cuantos...

Pero bueno, también han llegado algunas cosas nuevas. A medida que vayamos profundizando en ellas espero comentarlas.


En lo más alto de mis prioridades se encuentra el Guam, un nuevo título de la "Company Scale", de Compass. Es un juego que parece ampliar (y mejorar) la experiencia del Saipan. Por un lado, las reglas están ya pulidas y por otro el espacio de maniobra resulta mucho mayor, pues la isla es el doble de grande mientras la cantidad de unidades sigue siendo prácticamente la misma. Por tanto, ya no nos encontramos únicamente ante una mera batalla de aniquilación.
Según el diseñador, éste es un escenario más exigente para el japonés mientras el primer título lo era para el Yanky. Veremos. En todo caso, el sistema me ha gustado mucho, así que estoy deseando probarlo con el grupo habitual.


También he empezado a meterme con un nuevo juego de revista, el War of Jenkyn's Ear, sobre la guerra hispano-británica en el Caribe durante el siglo XVIII. Una campaña que vio algunas de las derrotas más dolorosas de la Royal Navy. Como dice el articulo anexo, "el fracaso en la toma de Cartagena fue la primera invasión anfibia rechazada desde Maratón".


Como tal juego de revista, tiene sus ventajas e inconvenientes: Son unos pocos turnos -diez- que comienzan con la obtención de fondos que, acto seguido, permiten comprar unidades (dentro de un variado arsenal; desde cadenas para muelles a barcos incendiarios, pasando por señuelos, líderes, galeones, etc). Luego cada bando mueve y combate. Y vuelta a empezar. Como véís, rápido, de reglas simples y seguramente sin tremenda profundidad, pero como tampoco abundan las simulaciones de la época, pues me apetece darle recorrido...


Con todo, el que realmente jugamos ahora (en una primera partida de prueba, como es habitual) es el Holland 44.
Resulta un poco prematuro opinar pero mi primera impresión es que resulta más sencillo de lo que yo pensaba. Lo cual no es necesariamente bueno o malo, ya que a pesar de que casi todos los juegos de este diseñador comparten sistema, sus complejidades varían. Y hubo varios que no me gustaron, algunos por demasiado simples (Normandía) y otros por su imposible dificultad, que además parecía no aportar nada (Ardenas). Quién sabe, quizá éste acabe siendo el justo término.


The End.