La Operación "Detachment" continúa: Tras el primer turno yanky y el desembarco de las compañías de vanguardia (puedes escoger las zonas históricas u otras alternativas), un diluvio de fuego se abate sobre las playas (marcadores de explosión sobre los marines).
La única ficha japonesa que tiene sus factores cara arriba, en el centro del mapa, ha recibido un resultado "DR"; lo cual aquí no significa "defensor retrocede" como en casi cualquier otro wargame sino que, como comentaba en el hilo anterior (en un hábil mecanismo de "fog of war"), va a parar a un recipiente desde donde ella (u otra, si la hay) podrá ser redesplegada a un hexágono diferente. Escurridizos demonios amarillos! ;)
Tres turnos después, el Suribachi por fin ha caído pero las bajas continúan aumentando (podéis verlas en la caja verde central). La artillería japonesa resulta condenadamente mortífera, aunque ahora que han perdido el terreno más alto su eficacia va a disminuir al tirar un dado menos (como mínimo) para obtener su factor de ataque. Éste se compara luego con el valor defensivo del terreno objetivo para darnos la tabla donde "sufrir" el resultado, ya sea pérdida de pasos o un "sin efecto" (eso, menos, sniff).
Así que quizá tenga que añadir refuerzos, incorporando a la lucha tropas de la reserva (caja verde superior), pero al coste de que el juego se acorte... Cada regimiento (tres fichas de infantería más una de lanzallamas) supone un turno menos.
Mientras tanto, la lucha sigue. Arriba teneis "mi" primer banzai, en el turno cinco! Esa es otra de las consecuencias de la caída del Suribachi. A partir de ese momento, la tirada de tres dados determina su inicio (o no, en función de los sectores que hayas "limpiado"), en que zona y con cuanta fuerza contará.
En principio puedes perder un poco los nervios si ves muchas fichas niponas "corriendo" hacia ti (y con dos tablas a favor!) pero por otro lado, después del combate y ocurra lo que ocurra, son automáticamente eliminadas. Así que a veces será la única manera de poder sacarte algunas unidades de delante.
Y es que el nivel de victoria varía, obviamente, en función de las pérdidas que hayas tenido, pero ojo, siempre y cuando no se acaben los turnos y aún haya una simple unidad enemiga sobre el mapa. Entonces ni siquiera podrás chequearla. Se considera "victoria épica japonesa"!
Nada de dormirse en los laureles o estos japos conseguirán una paz negociada!
Finalmente, la partida ha terminado. Como decía en mi mensaje, la vergonzosa derrota ha caído sobre las filas aliadas. Aquí tenéis la situación al comienzo del último turno que, tras reforzarme con un regimiento (históricamente, dos), fue el 15. Además, el avancé se retrasó tras desencadenarse una tormenta de varios días que también limitó la eficacia de mi artillería.
Con todo, pude limpiar muchos sectores, lo que dificultaba los reemplazos y gran parte del redespliegue enemigo pero aún así, tras los ataques finales quedaron pequeños nidos de resistencia, siempre emboscados y dispuestos a morir por el emperador. Quizá si hubiera "metido más caña" o hubiese habido más banzais...
En todo caso, una agradable experiencia. De lo que más me ha gustado ha sido el pelearme con la operación, no con las reglas. Algo no siempre bien conseguido con los solitarios. En breve espero volver a intentarlo.
The End.