martes, 23 de abril de 2013

Stalingrad Pocket II. Diario de operaciones.

Terminó ayer nuestra partida al SPII, una campaña a cuatro muy interesante en la que los soviéticos conseguimos la victoria y que, de nuevo, ha vuelto  a confirmar lo grande que es este juego.
A estas alturas poco puedo añadir a todo lo que he dicho sobre él. Y doy por sentado el conocimiento de la mayoría de los elementos que lo caracterizan, ya sean por ejemplo la importancia del poder aéreo o los mecanismos del "barrage". Pero si alguna duda u opinión surge por supuesto espero vuestro comentario.
Sin más dilación os dejo con sus imágenes (que como siempre valen más que mil palabras).


En esta primera vista podeis observar el discurrir de la pinza norte (la mía) durante los primeros turnos.
Tras el "habitual" bombardeo masivo (recordad que soy partidario de utilizar todos los katyuskas posibles en el arranque de la operación) el jugador del Eje ha comenzado a retirarse en bastante buen orden, aunque un gran agujero se ha abierto en la zona central y las vanguardias soviéticas presionan (marcadores de ataque determinado) en los extremos para ensancharlo. Por entonces, mi plan era avanzar todo lo posible en la zona superior, aislando las tropas germanas camino de Kalach, mientras con una finta más al sur procuraba atraer la atención del enemigo... no funcionó del todo bien pues éste fue capaz de retrasar mi control de la carretera septentrional (unidad germana, 0-3-9, frente a dos ataques determinados).




Esta segunda imágen, en mayor detalle, del otro flanco de la operación muestra el empuje generalizado que también tuvo lugar aqui al comienzo de la partida, llegando incluso la ofensiva rusa a quebrar el frente.
La verdad que en mi experiencia con el juego pocas veces he visto obtener en esa zona mejores resultados. De hecho, en retrospectiva diría que una de las claves de nuestra victoria estuvo ahí: La captura muy temprana de uno de los aeródromos destinados a suministrar Stalingrado, el de Gumrak, justo a sólo dos hexágonos de distancia de las vanguardias soviéticas. Lo cual dificultó mucho la llegada de equipamientos a lo que pronto sería la asediada guarnición de la ciudad. Y eso a pesar de que casi siempre tuvimos un tiempo claro y que la aviación rusa estuvo en franca inferioridad frente a la Luftwaffe prácticamente toda la partida.


Aquí el cerco continúa, la pinza se va cerrando, incluso con la llegada de tropas venidas de mi sector (fichas de banda naranja). Aún así, los germanos han conseguido retirar la mayor parte de sus tropas mecanizadas de la ciudad. Una buena decisión, pues su mera presencia amenazante (y en reserva) siempre obliga a la cautela...


Un detalle del mismo sector, algo más avanzada la partida. Marinovka y Karpovka (centro, arriba) son los objetivos del camarada Yagoslav, mientras Kalach (fuera del cuadro, arriba a la derecha) sigue siendo mi prioridad.


Volviendo a mi zona, podeis ver como el agujero se ha ensanchado hasta que la práctica totalidad del terreno ha sido tomado por mis hombres y los teutones han tenido que retirarse más alla del Chir y el Don. Esa es otra clave: ganar mucho espacio entre el propio Stalingrado y la línea de salida de las divisiones que Manstein enviará al rescate. Cuanto antes tengan que empezar a pelear y más lejos del cerco se vean comprometidas mucho mejor para nuestros planes...


Otra vista, aún posterior y algo más amplia, del cerco. El segundo aeródromo (donde la unidad de Nebelwerfers) está a punto de ser rodeado.


Aquí ya estamos en los últimos momentos. Jugamos hasta el turno once, cinco antes del final, cuando los alemanes consideraron sin esperanza su situación.
Por entonces acababa de sacar un 12 (de nuevo!) en la tirada para tomar Kalach (por fín).
Como veis, los cuarteles generales soviéticos están generalmente cerca de sus unidades adscritas, normalmente en carretera pues son muy lentos y SIEMPRE protegidos con alguna unidad por si pudieran ser objetivo de tropas embolsadas o de algún contraataque inesperado. El Eje no tiene esos problemas, puede permitirse perder alguno que aún así su mucho más flexible cadena de mando sobrevivirá.


Y esta es la última, tal como quedaron las cosas. En la parte superior izquierda algunas tropas soviéticas han conseguido colarse casi hasta el borde del mapa.
Fijaos también en la situación de la derecha, donde un pequeño contraataque a cargo de los rumanos pretendía distraer tropas de mi sector principal y en el tamaño menguante del cerco de Stalingrado (abajo a la izquierda).


Un detalle de la misma. Los últimos puntos de resistencia empiezan a quebrarse...

Hay que anotar que la partida fue disputada hasta casi los últimos momentos; todavía alrededor del turno 8 yo diría que íbamos perdiendo. Pero los acontecimientos se precipitaron a nuestro favor a partir de ahí. Curiosamente, coincidiendo con la llegada de las primeras divisiones panzer de refresco.
En mi opinión, entre otras cosas, las comprometieron demasiado pronto, permitiendo que las embolsáramos y, sobre todo, dispersando sus sectores de ataque, en vez de concentrarlas en un único eje de avance que de ese modo sería casi imparable... (aunque es fácil verlo a toro pasado).
En todo caso nos ha gustado a todos y volveremos a probarlo.



The End.

3 comentarios:

  1. Fantástica crónica Pavlo !!, se nota que este Stalingrad te pone de verdad...:)

    Me encanta la cuarta foto....el cerco se va cerrando!!...pobres soldados de la ciudad....jajajajajaja

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  2. Si que me gusta, si... La verdad que quitando el Victory in the Pacific pocos juegos disfruto más. Y mejor aún si hiciera de alemán!

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  3. Por cierto, el próximo al que le vamos a dar seguro que te gusta a ti bastante: El Red Storm over The Reich.
    Ya nos espera montadito sobre la mesa... A ver si de esta va. :)

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